La historia

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Durante todo el recorrido acompañamos a dos duendes que están buscando a Antón, el urogallo.
Fernando, el cartero, tiene una carta para él, pero no lo encuentra por ningún lado. Pide ayuda a Felt, el duende de Feldberg. Felt conoce bien el bosque y acepta acompañarle.

Para empezar, van en busca de Antón cerca del árbol donde suele dormir. Con el telescopio se puede ver perfectamente el abeto preferido de Antón. Pero a estas horas...
... Antón ya se ha ido.
Entonces continúan hacia el hostal de los duendes. Allí, en verano, tienen unos arándanos que saben de maravilla y que gustan mucho a Antón...
...pero el posadero los desilusiona: Antón aún no ha aparecido hoy. Nuestros dos amigos continúan la búsqueda…
Un poco más lejos encuentran a Dietwald Picamaderos, un suizo exilado que envia un mensaje en morse a Antón, pero sin resultado.

Felt y Fernando continuan hasta la trompetilla desde donde se pueden oír los sonidos del bosque en "estereo-duende". Pero, por desgracia, el canto de Antón no se oye.

En la farmacia silvestre Antón suele picotear guijarros. Pero hoy ¡no está! Hypogymno Líquen, el farmacéutico los envia a casa de Violeta, el hada del bosque. Normalmente, ella lo sabe todo...

Pero lamentablemente sólo sabe "casi" todo. Hoy sólo ha visto a Anke, la mujer de Antón.
¡No es fácil encontrar a Anke entre los matorrales de arándanos!
La gallina Anke está enfadada con su marido, ya que cuando se trata de la educación de los polluelos, ¡desaparece del mapa! Anke les dice de ir a ver en la Roca de los Bandoleros. A Antón le gusta pasar el rato, sentado allí, al sol.
En los alrededores de la Roca de los Bandoleros se pueden encontrar todo tipo de seres. Sobre todo de esos que no se llevan muy bien con los gallos del bosque. Pero Antón, tampoco está ahí...

En cambio sí hay un jabalí que busca los huevos de la gallina. A Felt solo se le ocurre otra idea más: "Quizás está en Felsendobel!" (un pueblecillo de duendes a la orilla del bosque).

Para llegar al pueblo, Felt y el cartero tienen que pasar cerca de la madriguera de Fridolín, el zorro. Suerte que Fridolin duerme, ya que Felt le tiene miedo, aunque a decir verdad, sin ningún motivo.

Ya antes de llegar a Felsendobel los duendes perciben un grito, típico del gallo: el grito de apareamiento. Antón no debe estar muy lejos…

En el pueblo hay un ambiente muy animado. Y efectivamente …¡allí está Antón!

Hasta pronto, ¡nos vemos en el Bosque de los Duendes!


Esta história está contada en forma de cómic a lo largo de todo el camino.
Hay más información sobre los urogallos en el recuadro de abajo, a la derecha. Encontraréis los tableros de información que corresponden a la historieta aquí. (2 MB)